Un grupo de científicos de Japón desarrollaron una vacuna contra las células senescentes, o mejor conocidas como células zombis, mismas que generan el envejecimiento y el desarrollo de varias enfermedades como la osteoporosis, diabetes, entre otras.
El experimento se realizó a través de la identificación de una proteína que esta presente tanto en humanos como en ratones, permitiendo crear así una vacuna que permite crear anticuerpos que se adhieren a este tipo de células y luego son eliminadas por la acción de los glóbulos blancos.
La vacuna se aplicó en ratones que padecían rigidez arterial y se pudo apreciar que se registró un notable descenso en las células senescentes lo que redujo a su vez las zonas afectadas.