Actualmente la sopa instantánea es una alternativa conveniente para las y los mexicanos que buscan un alimento rápido, de bajo costo y que provoque saciedad, es por ello que este producto se ha vuelto tan popular, aunque sus efectos contra la salud de sus consumidores.
Y es que estas sopas están hechas con harina, además de que se le agregan potenciados de sabor como el glutamato que está relacionado con dolores de cabeza, taquicardia, debilidad, dolor de pecho, adormecimiento de la boca. Además de que tiene conservadores, azúcares, sal y sustancias que resultan difíciles de digerir pues tienen bastante grasa y humedad.
Inclusive la Procuraduría Federal del Consumidor ha señalado que nuestro país es el segundo de Latinoamérica que más consume estas sopas instantáneas, lo que genera sin duda preocupación ya que su alto consumo sin duda propicia obesidad.
Además la Profeco realizó un estudio en 33 marcas instantáneas donde se reveló que ninguna de ellas nutren correctamente y el sabor que aportan no es a base de vegetales o carne, sino más bien una serie de saborizantes artificiales que dañan a nuestro organismo.
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