Roma, Italia – El papa Francisco ha enviado un mensaje “destinado a los franceses” al arzobispo de París, Olivier Ribadeau-Dumas, para que se lea al comienzo de las celebraciones por la reapertura de la catedral de Notre Dame de París este sábado, luego de los extensos daños causados por un incendio en 2019. Sin embargo, el sumo pontífice no participará personalmente en las ceremonias, como ya había adelantado el año pasado, cuando rechazó la invitación del gobierno francés.
El papa no asistirá a la reapertura, pero será representado
Aunque Francisco no estará presente en los actos de este sábado y domingo, será representado en el evento por el nuncio apostólico en Francia, Celestino Migliore. La decisión del papa de no asistir ha causado sorpresa, pero se ha explicado que su apego por las “periferias” y su agenda ocupada fueron factores determinantes. De acuerdo con el presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, Eric de Moulins-Beaufort, el papa no deseaba que su presencia desviar la atención de la verdadera protagonista: Notre Dame.
Visita a Córcega en diciembre: un compromiso importante
A pesar de no estar en la reapertura de Notre Dame, Francisco tiene previsto viajar a Córcega el 15 de diciembre para participar en un congreso sobre religión en el Mediterráneo, un evento que refleja su continuo interés por las cuestiones religiosas y sociales en la región.
Un papa cercano a las periferias
El gesto de no asistir a la reapertura de la catedral de París también se enmarca en el compromiso del papa Francisco con las “periferias” y con evitar el protagonismo personal en eventos de gran visibilidad. Desde su elección en 2013, Francisco ha visitado Francia en dos ocasiones: en 2014 a Estrasburgo y en 2023 a Marsella, pero nunca ha realizado una visita de Estado a este país.