Trabajadores de la famosa talavera acusan de malos tratos, acoso y violaciones a derechos laborales.
Talavera Armando de Puebla, uno de los talleres más conocidos en el Centro Histórico de la ciudad, ha sido señalado por ex empleados que han compartido su experiencia de explotación laboral. A través de una serie de videos en redes sociales, se han revelado las pésimas condiciones de trabajo que enfrentan quienes laboran en este establecimiento, ubicado en la 6 Norte.
Salarios injustos y condiciones laborales extremas
En los videos, los ex empleados denuncian que, a pesar de que la empresa promete bonos y comisiones, estos nunca son pagados. Además, las condiciones salariales son extremadamente desfavorables: los pagos no son realizados en la fecha acordada, sino con varios días de retraso y en abonos. A esto se suma una exigencia de ventas mínimas de 20 mil pesos para poder cobrar el salario, lo que genera una presión insostenible en los trabajadores.
La jornada laboral en Talavera Armando de Puebla también es excesiva. Se les exige trabajar 11 horas al día, sin pago por horas extras, ni tiempo suficiente para comer. Esta jornada larga, sumada a los pagos irregulares, deja claro el desinterés de la empresa por el bienestar de sus empleados.
Acoso y un ambiente laboral tóxico
Otro de los aspectos más alarmantes de las denuncias es el acoso sexual que, según los videos, sufren las mujeres en el taller por parte del dueño. Además, se señala que el ambiente laboral es extremadamente hostil, con constantes groserías por parte de los superiores, quienes además aplican descuentos salariales a quienes llegan tarde.
En cuanto a la seguridad laboral, los empleados aseguran que Talavera Armando de Puebla no ofrece seguro social y que, en caso de accidente, los trabajadores no reciben ningún tipo de apoyo. Las ausencias por enfermedad tampoco son toleradas, ya que se descuentan del salario sin importar la situación.
Contradicciones en las vacantes ofrecidas
Una ex empleada compartió su experiencia al postularse para una vacante publicada en diciembre de 2024, donde la empresa buscaba un «gestor cultural». Al contactarse con el número proporcionado, la joven fue informada sobre el puesto, pero nunca le aclararon el horario ni el salario. Al final, el dueño le indicó que la jornada laboral sería de 9 a 8, es decir, 11 horas, y le mencionó que el salario sería de 7 mil pesos.
Para la joven, el salario no solo le pareció bajo por la extensa jornada laboral, sino que también consideró que el trato del dueño era evasivo, dejándole claro que la empresa no valora la calidad de vida ni el bienestar de sus trabajadores.
¿Qué está haciendo la autoridad?
Aunque las denuncias por parte de los ex empleados continúan multiplicándose, no se han reportado medidas concretas por parte de las autoridades laborales o municipales. Sin embargo, este caso pone de manifiesto la necesidad urgente de mayor vigilancia y regulación de las condiciones laborales en talleres y pequeñas empresas de Puebla, para evitar que situaciones de abuso como esta sigan afectando a los trabajadores.
Los ex empleados esperan que, con la difusión de estos testimonios, se logre una mejora en las condiciones laborales de la talavera y se sancione a los responsables de este trato inhumano.