PUEBLA. PUE. La cultura prehispánica en que se rinde culto a la muerte combinada con el catolicismo dan como resultado una variedad de elementos indispensables para celebrar la próxima temporada del día de muertos y hoy Puebla 321 Noticias te mostrará como se elabora uno de los dulces más importantes para poner en tu ofrenda: Las calaveritas de azúcar.
Primero, un poco de historia.
Nuestros antepasados tenían la costumbre de guardar los cráneos de sus difuntos y colocarlos en una especie de altar para llevar a cabo un ritual que simbolizaba el término de un ciclo de vida.
A la llegada de los españoles, al ser testigos de esta práctica, prohibieron seguir realizando este acto pues no era muy bien visto por la religión católica de ese entonces, pero esta tradición no desapareció del todo, pues los pobladores nativos decidieron reemplazar los cráneos reales por una imitación, ahí nació esta manera tan dulce de representar a los difuntos.
La fábrica de dulces «El Colibrí» nos abrió sus puertas y nos compartió la tradición centenaria con la que la familia Quintana elabora este dulce típico en la capital poblana.
El encargado de este negocio familiar es Don Emilio Quintana quien junto a su familia han dedicado gran parte de su vida a continuar con el legado que sus antepasados les dejaron. Fue así que Ernesto Quintana, hijo de Don Emilio nos mostró paso a paso el procedimiento que se debe seguir para tener una calaverita de azúcar.
La calaveritas de están hechas a base de azúcar derretida con agua. El azúcar se expone a muy altas temperaturas hasta que llega al punto exacto para vertirla en unos moldes de barro con la forma de cráneo de diferentes tamaños. Estos moldes significan mucho sentimentalmente para la familia Quintana pues tienen más de 100 años de antigüedad.
El tiempo para que el azúcar tome la forma de las calaveritas es instantánea, después de eso, hay h que dejarlas en reposo al sol durante un día para que queden firmes y fuertes. El siguiente paso es el decorado.
El adorno que todos conocemos está hecho con una mezcla de azúcar glass y colorantes vegetales, con esta composición, la calaverita se llena de color y vida. En el Colibrí, le dan la oportunidad al cliente de vivir la experiencia de adornar su propia calaverita y hacerla a su gusto y de manera personalizada.
Los precios que ofrece la fábrica de dulces «El Colibrí» son los mejores del mercado. La calaverita más pequeña cuesta $10 pesos pero sus precios alcanzan los $15, $25 hasta los $100 pesos.
No te quedes sin adquirir este dulce tan representativo de la temporada y acude a la Fábrica de dulces «El Colibrí» están ubicados en la calle 6 norte #4 interior 10 del centro histórico.
Por: Guadalupe Guarneros.