En un mundo cada vez más digitalizado, los delincuentes han comenzado a usar redes sociales como un canal para llevar a cabo sus actividades ilícitas. Recientemente, se ha detectado una creciente operación de extorsionadores que ofrecen billetes clonados en plataformas como Facebook, Instagram, y grupos de mensajería. Estos individuos aseguran vender billetes falsificados de «alta calidad», afirmando que son capaces de evadir varias pruebas de seguridad utilizadas por los bancos.
¿Cómo operan estos extorsionadores?
Según los mensajes que circulan en redes sociales, los criminales se dedican a la fabricación, distribución y venta de billetes clonados mexicanos. A continuación, algunos de los métodos que promueven:
- Transferencias bancarias inmediatas: Los extorsionadores aseguran que se puede pagar por los billetes clonados a través de transferencias bancarias rápidas para evitar rastros.
- Retiros sin tarjeta en cajeros: Aseguran que es posible retirar dinero en cajeros automáticos sin necesidad de usar una tarjeta, utilizando los billetes falsificados.
- Envió y entregas personales: Además de ofrecer el envío por paquetería, también mencionan que pueden realizar entregas personales, lo que aumenta el riesgo de extorsión.
¿Qué garantías ofrecen sobre la calidad de los billetes?
Los extorsionadores se jactan de que los billetes falsificados cumplen con una serie de características que, supuestamente, les permiten pasar las pruebas de seguridad más exigentes. Algunas de las pruebas que afirman que los billetes superan son:
- Prueba del plumón: Aseguran que el billete pasa la prueba del marcador, utilizado en tiendas y establecimientos para verificar la autenticidad de los billetes.
- Luz UV: Dicen que los billetes pueden pasar la prueba con luz ultravioleta, que es usada para detectar marcas de seguridad en el dinero real.
- Hilo 3D y banda magnética: Aseguran que los billetes clonados incluyen un hilo de seguridad 3D y banda magnética, características que generalmente se encuentran en los billetes originales.
- Pruebas de tacto y contraluz: Los delincuentes afirman que, al tacto, los billetes se sienten similares a los auténticos, y que incluso pueden pasar la prueba de contraluz.
De acuerdo con sus publicaciones, aseguran que los billetes han pasado con éxito pruebas en cajeros automáticos, particularmente en bancos como Bancoppel y Santander, lo que aumenta el peligro para los consumidores desprevenidos.
Riesgos de involucrarse con estos extorsionadores
Aunque estos estafadores prometen productos de calidad, involucrarse con ellos no solo es ilegal, sino extremadamente riesgoso. Comprar billetes clonados te expone a graves consecuencias legales, como:
- Sanciones penales: La fabricación, distribución y venta de billetes falsificados es un delito federal en México, con penas que incluyen prisión de entre 5 a 15 años.
- Fraude y extorsión: Al tratar con estos delincuentes, corres el riesgo de ser extorsionado o incluso estafado, ya que una vez realizado el pago, podrían no enviar el producto o utilizar tus datos personales para otros fines ilícitos.
- Perjuicios financieros: Utilizar billetes falsificados puede llevar a que tus transacciones sean rechazadas en bancos, establecimientos comerciales y cajeros automáticos, lo que puede afectar tu reputación financiera.
¿Cómo protegerte?
- Denuncia actividades sospechosas: Si te encuentras con publicaciones de personas ofreciendo billetes clonados, repórtalas inmediatamente en las plataformas correspondientes.
- Evita transacciones con desconocidos: No confíes en desconocidos que ofrezcan productos de manera ilegal a través de redes sociales. Opta siempre por canales oficiales y seguros.
- Verifica la autenticidad de tus billetes: Si tienes dudas sobre la autenticidad de un billete, puedes realizar una revisión detallada con las herramientas de seguridad disponibles, como el plumón UV, la luz ultravioleta, o acudir a una sucursal bancaria.
- Mantén tu información personal segura: No compartas detalles bancarios, datos personales ni realices pagos en plataformas no verificadas.
